viernes, 13 de abril de 2012

Helios Tavío: "Mi último trabajo en España fue un dolor"

Nombre: Helios Tavío
Edad: 27
Profesión: Language Fellow
Nivel de estudios: Titulación universitaria.
Lugar de nacimiento: Las Palmas de Gran Canaria
País de residencia: Estados Unidos

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La verdad es que para mí fue una suerte de coincidencias que hicieron que la oportunidad apareciera en el mejor momento posible (o en el más bajo). Comencé trabajando como monitor cultural, algo que hasta entonces estaba fuera de mi idea de profesión ideal. Trabajaba para un programa gestionado por dos universidades norteamericanas, y ellos estaban muy contentos y me ofrecieron irme a su país (En trabajos anteriores el hecho de que estuvieran contentos con mi trabajo lo único que supuso fue que pusieran una mayor cara de tristeza en el momento de sustituirme por otro becario).
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Estaba en la misma organización que me ofreció irme fuera; trabajaba en unas condiciones que nada tenían que ver con las que me eran ofrecidas si me marchaba al extranjero.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Costar costaba, mal que bien iba encontrando cosas muy pequeñas y en malas condiciones. Mi último trabajo de lo mío fue un dolor. Era el trabajo de mi vida, pero unido a una época de una situación personal complicada, y a unas condiciones lamentables, se acabó convirtiendo en un infierno. Estaba trabajando en negro, es decir sin ni siquiera un contrato, y cobrando cada dos meses la mitad de los dos anteriores. Seguía manteniendo el ritmo de trabajo y siempre estaba la futura promesa de llegar algún día a ver un contrato o algo parecido. Al final, hacían que cada vez creyera menos en mí.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Agridulce. No me mal interpreten, es genial, siempre he sido una persona dispuesta a conocer gente y nuevos lugares, y el trabajo aunque sigue sin ser lo que más me gusta hacer del mundo es muy enriquecedor. Lo mejor son las condiciones y el ambiente que me rodea. Se respira positividad, incluso en el más duro día de invierno. Pero por otro lado hay un gran agujero, que es la soledad, el dejar atrás a todos. Ya dejé atrás a muchos amigos y familia cuando viajé de Canarias a Madrid para estudiar y trabajar, y cuando te estableces y tras ocho años vuelves a tener tu grupo y tu lugar empezar de cero otra vez es durísimo.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Sin ninguna duda. No es que esté en un puesto de trabajo con un sueldo maravilloso, pero sí que se preocupan por mí, y simplemente el trato y la consideración marcan una gran diferencia. Además de que siempre están tratando de mejorar mi situación y mi experiencia en todo lo que pueden. También se nota que hay crisis pero se lleva de otra manera.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Siempre he pensado que no me importaría trabajar donde fuera mientras que pudiera trabajar en el mundo del arte y la cultura que es lo que más me gusta. En España eso ahora mismo parece una utopía, y pasarán muchísimos años antes de que la cultura vuelva a ser algo importante en este país. Pero por supuesto que me gustaría tener la oportunidad de hacerlo en España, creo que aquí tenemos una gran herencia cultural, somos del país de Picasso, Sorolla, Dalí, Velázquez, Goya… Y podría hacer una lista interminable de artistas de todas las épocas que hacen que sea una maravilla pasear por nuestro país.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Toda. Creo que en España hay un problema estructural muy grande y es la educación. Es la base fundamental de una sociedad. Creo que si nunca se toman en serio la importancia de desarrollar un buen sistema educativo, nunca saldremos de una crisis que no sólo es económica, sino de base. De valores sociales y de actitudes. Los gobernantes deben tomar como la principal de sus preocupaciones instaurar un sistema para dotar de una formación y conocimientos a sus ciudadanos, sin herramientas no se construye nada (o mejor y más claro como lo decía la abuela de una amiga: quien cocina en la mierda come mierda). Y más bien parece que ahora mismo les interesa todo lo contrario.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Lo es, estoy muy contento, a pesar de todo lo que ya he soltado aquí.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Sinceramente creo que Nueva York es un sitio excepcional en el mundo con respecto a esa cuestión, aquí nadie puede sentirse inmigrante. Cierto es que hay una especie de casta que sí que levemente diferencia a lo que son los newyorkers, pero todos los demás somos neoyorkinos de fuera, no nacidos en Nueva York. Es curioso como nadie presupone que seas de fuera, tengas el acento que tengas o vistas como vistas. Otra cosa bien distinta es lo que uno siente por dentro, pero en mi caso al haber sido educado con mucha televisión y cine norteamericano lo veo como algo tan normal y cercano a mi vida.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Vivo con la idea de no desaprovechar un solo día. La única lucha que me importa es la de ir encontrando mi felicidad, y a lo mejor suena muy derrotista pero di por perdida las grandes batallas sociales más allá de tratar de influenciar con mis actos y mi forma de pensar a aquellos que tengo más cerca. Si todo el mundo hace eso a lo mejor llegará el momento en el que se genere un efecto mayor.
¿Es usted un indignado?
No, soy muy digno de mi felicidad, que me la curro y mucho. Las circunstancias externas adversas generadas por un clima político aterrador no van a robarme ni un ápice de dignidad. No merecen ni que me indigne por su culpa
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Hace años soñaba con irme fuera, luego soñaba con estabilizarme en España y justo cuando uno tiene esa idea, es cuando vuelve a haber un giro inesperado en el desarrollo de la vida.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Jajaja no sé si tiene que ver, pero sueño con osos asistiendo a un combate de boxeo entre marineros, y con caballos y caballeros haciendo justas y jugando al polo dentro de pistas de squash circulares.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
No me llamen, no estaré.
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