viernes, 6 de julio de 2012

Sara Jiménez: "En España estamos a años luz de lo que viene siendo trabajar en Europa"

Nombre: Sara Jiménez
Edad: 31
Profesión: Arquitecto
Nivel de estudios: Licenciatura + Master
Lugar de nacimiento: Madrid, España
País de residencia: Suiza

¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Realmente siempre ha sido un sueño que tenía detrás de la oreja desde pequeña, pues ya entonces intuía que mi futuro profesional no pasaba por España y desde que tengo uso de razón me llamaba la atención interaccionar con otras culturas y en otros idiomas.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No, y ¡gracias! Yo soy de las que dan las gracias a la crisis –a todo hay que verle el lado positivo-, porque gracias a ella he podido hacer realidad mi sueño. Me quedé sin trabajo y fue entonces cuando vi la luz, estaba plenamente convencida de que ese era el momento que llevaba esperando tantos años.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Lo estuve buscando solamente un par de meses, y lógicamente las condiciones no eran para echar cohetes. Podía haber aceptado trabajos de lo mío, en condiciones más o menos similares a las anteriores, pero fue entonces cuando me di cuenta de que lo que de verdad quería no era eso, y decidí ser fiel a mis principios y lanzarme a lo que siempre había querido.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Estupenda, curiosa y extremadamente enriquecedora. De todas maneras yo ya estaba un poco curtida porque anteriormente he vivido en Estados Unidos, Holanda y Suecia. No hay que ocultar a nadie que los principios suelen ser casi siempre duros, pero con un buen jamón bajo el brazo todo se supera. Yo lo pasé un poco regular los 5-7 primeros meses, en parte porque la vida social en Suiza es muy diferente, pero luego a todo se acostumbra uno; es cuestión de tiempo y de empaparse del lugar de destino.
En cuanto a la experiencia laboral, no hay color, como es de suponer, pero esto lo explico ahora en la siguiente pregunta.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Mucho mejores, sin duda. En España estamos a años luz de lo que viene siendo trabajar en Europa. Es como si nos hubiésemos quedado atascados en el tiempo. No hablo sólo de cuestiones económicas, sino de cómo se entiende el trabajo, las relaciones laborales, la autonomía, el esfuerzo, la proyección y el desarrollo profesional.
En Suiza es todo mucho más caro, pero también los salarios son más elevados en proporción, por lo que al final de mes, las cuentas salen mejor y no hay que andar haciendo malabares.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Sí que lo echo de menos, pero estoy lo suficientemente cerca como para ir un fin de semana de vez en cuando y hacer acopio de calor humano y provisiones. Yo echo de menos lo que llaman “las 3-efes” en inglés: Family, Friends and Food.
Veremos a ver por dónde discurre el sendero, por el momento no me planteo volver a corto plazo, pero nunca se sabe. Tampoco me veo aquí para toda la vida, son etapas y como tales hay que vivirlas.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
Creo que lo que está sucediendo en España no es tan sólo culpa de los políticos, como muchas personas quieren hacer ver. Culpar a la clase política por sí misma -de cualquier inclinación o procedencia, me da igual, que me da lo mismo- denota un altísimo grado de miopía.
La raíz del problema de España no es ni su clase política ni su clase empresarial. Lo que alimenta y aviva nuestra situación son nuestros valores. Estamos donde estamos porque somos los que somos. Estamos así porque nuestros héroes siempre han sido tipos pillos con un gran ingenio para hacer cositas con la picaresca por bandera. Estamos así porque el español que puede defrauda a hacienda, no paga el IVA, roba o paga en negro.
Solo el día en el que comprendamos cual es la raíz de nuestros males podremos sentar las bases del cambio. Será duro, pues un sistema de valores no se cambia tan fácilmente como uno se cambia de camisa, pero nada es imposible si realmente uno se esfuerza por lograrlo.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Muy positiva, me parece una experiencia por la que todas las personas tendrían que pasar al menos una vez en su vida. Seguramente en ese caso la historia se escribiría de otra manera.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Claro, soy una emigrante encantada, pues llevo buscando esta situación durante la mayor parte de mi vida. Veo que soy una privilegiada por tener la oportunidad de conocer gente de otras culturas, viajar (que me encanta), tener vivencias muy enriquecedoras y variadas, ver las cosas desde otros puntos de vista, y en definitiva, buscar mi propio camino, que creo que es para lo que todos estamos aquí.
En general, y salvo las 3-efes y los 5-7 primeros meses, la valoración es muy positiva.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Sí, veo gente en situación muy límite y eso me preocupa. Sobre todo porque las medidas que se están tomando para atajar los desajustes no van dirigidas al ciudadano de a pie, sino a nivel macroeconómico. Creo que hay mucha gente que no puede esperar a que el efecto de la “bola” macroeconómica llegue a los entresijos de la economía familiar.
¿Es usted una indignada?
Sí, pero no a raíz de ese movimiento del que tanto se ha hablado, sino desde cuando tengo uso de razón. No sé si por mi especial sensibilidad o porque quizá me fijo en cosas a las que otras personas no prestan atención, pero yo ya percibía que en España había muchas formas de hacer con las que no estaba de acuerdo y en cierto modo sufría al verlas o vivirlas, así que tenía muy claro que había que salir.
Esto no tiene nada que ver con la crisis, sino con el quehacer diario. La crisis está siendo el detonante de mucha indignación, pero hay que ver también lo que hay detrás de todo eso.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Sí, claro, la visualizaba muchas veces, aunque no veía la forma en la que pudiese hacerse realidad. Por eso en mi caso la crisis me ha ayudado y me ha abierto las puertas, pues de no haberme quedado sin trabajo creo que seguiría en España.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
El sueño se corta en el momento en el que hay que definir el cómo, porque no lo visualizo por el momento. Volveré si tengo que hacerlo, pero no es algo que me impida dormir.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Señoras y señores: no toquen lo que no es suyo, aprendan un mínimo de 3 idiomas para poder manejarse en el puesto que ocupan, establezcan relaciones duraderas con otros países, háganse respetar, defiendan (realmente) los intereses del pueblo al que representan, establezcan políticas inteligentes de inmigración y lean.

3 comentarios:

  1. Pero si a esta "Pepa" la conozco yo!! Ya sabes que tus friends también te echan de menos... Un beso muy grande!!
    bauldeunaarquitecta.blogspot.com

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  2. (No sé qué ha pasado que no se ha publicado el comentario..)

    Lo que decía, más o menos resumido: Sara tus friends también te echan de menos!! Magnífica idea para un blog (por si no lo había dicho antes).

    Besos grandes para mi amiga y saludos para todos los pepas y pepas.

    http://bauldeunaarquitecta.blogspot.com.es/

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  3. "Lo que alimenta y aviva nuestra situación son nuestros valores."
    Suscribo totalmente el párrafo sobre la picaresca. Yo también creo que eso es lo primero que debería cambiar a fondo, pero lo veo muy, muy difícil porque está arraigado desde hace siglos, y mientras siga siendo así seguiremos encadenando una situación de crisis tras otra.

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