Haber tenido cerca personas afectadas por esto ha hecho que me interese esta cuestión. Como hija de inmigrantes (de Dinamarca) puedo decir que, aunque pasar un tiempo en otro país puede ser edificante en muchos sentidos, sin embargo a la larga, y cuando las razones no son de libre elección, el trauma de la emigración es considerable. En el nuevo país nunca se llega uno a sentir en casa, hay una sensación de desarraigo, de pérdida, que además se prolonga en las generaciones siguientes y que provoca muchos problemas. Es muy importante sentir que perteneces a un grupo, y que el grupo te respalda. El emigrante se siente solo y desamparado, la identidad se diluye pues al final no encaja ni en el sitio a donde va ni en el sitio de donde viene. Siempre hay algo que le falta. Creo que el drama de los jóvenes que se van de España está pasando desapercibido y no se entenderán sus consecuencias, no sólo para el país por perder talento e ímpetu que hace falta ahora, sino para estos chicos que puede que no vuelvan, y si vuelven no serán los mismos, hasta dentro de muchos años.
* Colaboración de Christina Rosenvinge para Pepas y Pepes 3.0
* Colaboración de Christina Rosenvinge para Pepas y Pepes 3.0
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