Profesión: Técnico de comercio exterior y promotor de inversiones
Nivel de estudios: Licenciatura en Comunicación Audiovisual, Máster en Gestión e Investigación de la Comunicación Empresarial y Máster en Comercio Exterior
Lugar de nacimiento: Sevilla
País de residencia: Rusia
Nivel de estudios: Licenciatura en Comunicación Audiovisual, Máster en Gestión e Investigación de la Comunicación Empresarial y Máster en Comercio Exterior
Lugar de nacimiento: Sevilla
País de residencia: Rusia
¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
La idea de lanzarse al extranjero siempre revoloteaba por mi cabeza como una experiencia a vivir. Me apasiona viajar y conocer en profundidad otras culturas, así que pasar cierto tiempo fuera de España entraba en mis planes, aunque de forma un tanto utópica. Tras residir unos años en Madrid y volver a Sevilla sin éxito en encontrar un trabajo decente, la idea de emigrar pasó de futuro lejano a realidad inevitable. En ese momento mis amigos comenzaban también a marcharse de España y para esto Extenda fue la gran oportunidad, dándome un billete al extranjero y una salida profesional.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Trabajaba y no trabajaba, es decir, la idea de salir de España de forma definitiva llegó tras pasar 6 meses buscando un trabajo “de lo mío” aunque fuese mal pagado y pasar a un trabajo peor que el desempleo, pues durante más de un mes la empresa en la que trabajaba me mantuvo sin contrato, trabajando más de 8 horas al día y con un sueldo que no llegaba ni al mínimo interprofesional. Cuando vi que esta situación iba a ser la habitual decidí dejarlo todo y ahorrar para costearme una estancia en algún país y buscar trabajo. Por suerte, en ese momento de desconcierto apareció una convocatoria extraordinaria de becas de internacionalización y fui a por todas.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
En Madrid pasé 6 meses intentando dedicarme a la comunicación y el marketing...cada oferta era una beca y cada cual peor pagada y la respuesta de siempre: “en realidad tienes demasiada experiencia o capacitación para este puesto, es que es una beca”. Durante 3 meses y por terminar el Máster en Comunicación, pasé mis prácticas con una plataforma web que subsistía gracias al trabajo gratuito de los becarios, incluso con tareas de coordinación de equipos y dirección de marketing. Pero era una empresa entre muchas, utilizan las becas y prácticas para pagar lo menos posible o directamente nada. Si eras afortunado podías llegar a 650 euros brutos, lo normal eran 350 euros, que en Madrid no sirven ni para pagar el alquiler y comer. Ahora ignoro si la situación es aún peor.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Vivir en Rusia, pese a lo que pueda parecer en la distancia y el desconocimiento general de este país es simplemente recomendable. No hay que tener miedo a los precios moscovitas, porque se puede llevar una vida con menor precio que Madrid y mantener el ocio y la cultura. El alquiler es un poco más caro, pero se compensa si vives fuera del centro con un sistema de transportes eficaz y barato. Y si la preocupación es el clima, aquí están preparados para soportar el invierno.
Trabajar en Rusia tiene algunos inconvenientes, como tratar con la burocracia a niveles kafkianos de esta administración para temas como el visado. Pero es llevadero.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
En estos momentos es una de las cuestiones que planteo a mis amigos locales. Comparo las medidas que se toman en España y la realidad rusa. Por un lado Rusia protege mucho al trabajador y ya sabemos que esto es una carencia fundamental en España. Por otro, temas como la educación pública y la sanidad tienen menor desarrollo social, aunque he destacar su forma de incentivar y promocionar los estudios superiores y las becas para la universidad. Cada día, por desgracia, en mis comparaciones, Rusia comienza a superponerse a España.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Eso es indudable. Echar de menos España es inevitable, las tostadas con jamón y el salmorejo de mi madre...pero echar de menos España es algo innato en mí. Cada vez que viajo me llevo una parte de España y la voy repartiendo por dónde voy, cuánto más cuando dejó de verla por periodos largos. La familia y buena parte de los amigos están allí y las noticias no ayudan a alegrarte, está la preocupación por ellos, la impotencia de no poder hacer nada desde aquí... Volver es un sueño que se difunde entre utopía y realidad cada vez más. Quiero vivir en mi ciudad, pero sé que antes tendré que recorrer aún más kilómetros.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
La culpa es de todos, no nos engañemos. Si hemos permitido que hasta la gestión de España lleguen personas poco o nada competentes es porque en el resto de ámbitos también lo hemos permitido. Sin embargo, la brecha que se agranda por momentos entre política y sociedad/realidad española es preocupante y abrumadora. No sé desde cuándo la política decidió preocuparse sólo de ella y dejó de lado sus objetivos fundamentales, pero nos está haciendo mucho daño por dirigir según intereses propios y no generales.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Actualmente me siento satisfecha profesionalmente, puedo trabajar y vivir en otro país con el añadido de colaborar con empresas andaluzas para que tengan éxito en estas tierras más inhóspitas. Es experiencia laboral y personal, un reto idiomático y cultural que llevo con gran entusiasmo.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Prefiero el término expatriado, emigrante me trae a la memoria las coplas que hablan de los emigrantes españoles en los 50 y un sabor amargo, como si me hubiesen desterrado de mi tierra. Es algo muy subjetivo, pero en ocasiones pienso que la vuelta a España es improbable y reconocerte como emigrante en esos momentos es muy duro. Me gusta pensar que soy un expatriado, un ruso de prestado.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
¿Es usted una indignada?
La impotencia y la indignación van de la mano y en caso de hablar y no escribir terminaría con la garganta rota. La situación en España duele y en la distancia mucho más, cuanto no podemos alzar la voz. En varias ocasiones, sobre todo ante las últimas medidas, me ha invadido el pesimismo y la frustración. Es inevitable, no sólo es personal, mi labor profesional aquí pasa por vender España, tarea ardua si le añadimos la inestabilidad económica y las noticias que presentan el futuro de España como incierto en el mejor de los casos.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Hace unos años pensaba en emigrar como una opción personal, la frustración ha llegado al reconocer que se ha convertido en la única posibilidad de tener un trabajo digno. Hoy día sigo sin asimilar que la mayor parte de mis amigos esté fuera de España porque no encuentra su futuro en nuestro país. Pero el momento más duro quizás en cuando hablo con la familia y ellos son los que insisten en que no vuelva a España, que allí no tendré la vida que merezco.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Sueño o utopía me gusta pensar que en unos años podré abrir una pequeña empresa en mi ciudad natal y los amigos de siempre nos seguiremos reuniendo en los bares de siempre con nuestras propias familias.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
¡Escuchad y recapacitad! La política deja de tener sentido si es egoísta y vive para su propio interés. Y demostrad un poco de sentido común y humildad, que hacen mucha falta.
La idea de lanzarse al extranjero siempre revoloteaba por mi cabeza como una experiencia a vivir. Me apasiona viajar y conocer en profundidad otras culturas, así que pasar cierto tiempo fuera de España entraba en mis planes, aunque de forma un tanto utópica. Tras residir unos años en Madrid y volver a Sevilla sin éxito en encontrar un trabajo decente, la idea de emigrar pasó de futuro lejano a realidad inevitable. En ese momento mis amigos comenzaban también a marcharse de España y para esto Extenda fue la gran oportunidad, dándome un billete al extranjero y una salida profesional.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Trabajaba y no trabajaba, es decir, la idea de salir de España de forma definitiva llegó tras pasar 6 meses buscando un trabajo “de lo mío” aunque fuese mal pagado y pasar a un trabajo peor que el desempleo, pues durante más de un mes la empresa en la que trabajaba me mantuvo sin contrato, trabajando más de 8 horas al día y con un sueldo que no llegaba ni al mínimo interprofesional. Cuando vi que esta situación iba a ser la habitual decidí dejarlo todo y ahorrar para costearme una estancia en algún país y buscar trabajo. Por suerte, en ese momento de desconcierto apareció una convocatoria extraordinaria de becas de internacionalización y fui a por todas.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
En Madrid pasé 6 meses intentando dedicarme a la comunicación y el marketing...cada oferta era una beca y cada cual peor pagada y la respuesta de siempre: “en realidad tienes demasiada experiencia o capacitación para este puesto, es que es una beca”. Durante 3 meses y por terminar el Máster en Comunicación, pasé mis prácticas con una plataforma web que subsistía gracias al trabajo gratuito de los becarios, incluso con tareas de coordinación de equipos y dirección de marketing. Pero era una empresa entre muchas, utilizan las becas y prácticas para pagar lo menos posible o directamente nada. Si eras afortunado podías llegar a 650 euros brutos, lo normal eran 350 euros, que en Madrid no sirven ni para pagar el alquiler y comer. Ahora ignoro si la situación es aún peor.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Vivir en Rusia, pese a lo que pueda parecer en la distancia y el desconocimiento general de este país es simplemente recomendable. No hay que tener miedo a los precios moscovitas, porque se puede llevar una vida con menor precio que Madrid y mantener el ocio y la cultura. El alquiler es un poco más caro, pero se compensa si vives fuera del centro con un sistema de transportes eficaz y barato. Y si la preocupación es el clima, aquí están preparados para soportar el invierno.
Trabajar en Rusia tiene algunos inconvenientes, como tratar con la burocracia a niveles kafkianos de esta administración para temas como el visado. Pero es llevadero.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
En estos momentos es una de las cuestiones que planteo a mis amigos locales. Comparo las medidas que se toman en España y la realidad rusa. Por un lado Rusia protege mucho al trabajador y ya sabemos que esto es una carencia fundamental en España. Por otro, temas como la educación pública y la sanidad tienen menor desarrollo social, aunque he destacar su forma de incentivar y promocionar los estudios superiores y las becas para la universidad. Cada día, por desgracia, en mis comparaciones, Rusia comienza a superponerse a España.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Eso es indudable. Echar de menos España es inevitable, las tostadas con jamón y el salmorejo de mi madre...pero echar de menos España es algo innato en mí. Cada vez que viajo me llevo una parte de España y la voy repartiendo por dónde voy, cuánto más cuando dejó de verla por periodos largos. La familia y buena parte de los amigos están allí y las noticias no ayudan a alegrarte, está la preocupación por ellos, la impotencia de no poder hacer nada desde aquí... Volver es un sueño que se difunde entre utopía y realidad cada vez más. Quiero vivir en mi ciudad, pero sé que antes tendré que recorrer aún más kilómetros.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha
La culpa es de todos, no nos engañemos. Si hemos permitido que hasta la gestión de España lleguen personas poco o nada competentes es porque en el resto de ámbitos también lo hemos permitido. Sin embargo, la brecha que se agranda por momentos entre política y sociedad/realidad española es preocupante y abrumadora. No sé desde cuándo la política decidió preocuparse sólo de ella y dejó de lado sus objetivos fundamentales, pero nos está haciendo mucho daño por dirigir según intereses propios y no generales.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Actualmente me siento satisfecha profesionalmente, puedo trabajar y vivir en otro país con el añadido de colaborar con empresas andaluzas para que tengan éxito en estas tierras más inhóspitas. Es experiencia laboral y personal, un reto idiomático y cultural que llevo con gran entusiasmo.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
Prefiero el término expatriado, emigrante me trae a la memoria las coplas que hablan de los emigrantes españoles en los 50 y un sabor amargo, como si me hubiesen desterrado de mi tierra. Es algo muy subjetivo, pero en ocasiones pienso que la vuelta a España es improbable y reconocerte como emigrante en esos momentos es muy duro. Me gusta pensar que soy un expatriado, un ruso de prestado.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
¿Es usted una indignada?
La impotencia y la indignación van de la mano y en caso de hablar y no escribir terminaría con la garganta rota. La situación en España duele y en la distancia mucho más, cuanto no podemos alzar la voz. En varias ocasiones, sobre todo ante las últimas medidas, me ha invadido el pesimismo y la frustración. Es inevitable, no sólo es personal, mi labor profesional aquí pasa por vender España, tarea ardua si le añadimos la inestabilidad económica y las noticias que presentan el futuro de España como incierto en el mejor de los casos.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Hace unos años pensaba en emigrar como una opción personal, la frustración ha llegado al reconocer que se ha convertido en la única posibilidad de tener un trabajo digno. Hoy día sigo sin asimilar que la mayor parte de mis amigos esté fuera de España porque no encuentra su futuro en nuestro país. Pero el momento más duro quizás en cuando hablo con la familia y ellos son los que insisten en que no vuelva a España, que allí no tendré la vida que merezco.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Sueño o utopía me gusta pensar que en unos años podré abrir una pequeña empresa en mi ciudad natal y los amigos de siempre nos seguiremos reuniendo en los bares de siempre con nuestras propias familias.
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
¡Escuchad y recapacitad! La política deja de tener sentido si es egoísta y vive para su propio interés. Y demostrad un poco de sentido común y humildad, que hacen mucha falta.
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