Nombre: Lidia Díaz-Cardiel
Edad: 25
Profesión: Periodista
Nivel de estudios: Posgrado en ‘Información Internacional y Países del Sur’
Lugar de nacimiento: Madrid
País de residencia: Venezuela
Edad: 25
Profesión: Periodista
Nivel de estudios: Posgrado en ‘Información Internacional y Países del Sur’
Lugar de nacimiento: Madrid
País de residencia: Venezuela
¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Después de terminar la carrera y ver que tras unas prácticas en una agencia de comunicación no encontraba trabajo en mi área, decidí estudiar un posgrado que me permitiese hacer prácticas en el extranjero.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Sí, trabajaba como intérprete de lengua de signos pero no como periodista que era lo que realmente quería.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Como periodista no encontraba trabajo. Y con mi segunda profesión no era un trabajo estable sino que dependía de las necesidades de la empresa. Es decir, que me llamaban cuando hacía falta.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Pues realmente está siendo buenísima en el ámbito laboral. Aquí se sigue teniendo aprecio por el formato de papel y han confiado en mí para darme espacio y libertad en los temas a tratar. Estoy en un muy buen ambiente laboral. Lo difícil de vivir en Venezuela es la inseguridad que se vive en las calles. Pero simplemente tienes que cuidarte mucho más.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Considero que es una gran oportunidad y que tratan de ayudarte en todo lo posible. Es decir, comparo unas prácticas aquí y en España y creo que aquí tienen en cuenta lo que opine la persona y no porque sea una persona en prácticas o contratada. Además de que te dan oportunidad de tocar “todos los palos” del trabajo diario de una redacción: ruedas de prensa, reuniones editoriales, entrevistas, reportería, etc.
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
¡Claro que echo de menos España! Por la sencilla razón de que lo que a mi me gustaría es estar en mi país con mi familia, mi pareja y trabajando. Es injusto pertenecer a una generación muy bien preparada y aspirar a trabajos que te hagan sobrevivir. Es decir, que es triste que tenga que plantearme seguir estudiando más y más cosas solo con la idea de que unas prácticas me puedan abrir una puerta que ni siquiera me abre. Eso es a lo que me tengo que resignar en España. Y por supuesto, no remuneradas, lo que da lugar a que tampoco pueda crecer en lo personal y alcanzar metas como dejar de vivir con mis padres.
¿Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha?
Buena pregunta. La crisis es una consecuencia de un problema estructural que ningún gobierno de este país ha querido abordar. Ser la mano de obra barata para Europa es una causa de la situación en la que estamos, además de las condiciones del débil mercado laboral que nos caracteriza. El problema está en la mano de nuestros gobiernos pero principalmente está en nosotros, los ciudadanos, porque no queremos ver nada más allá de cobrar a fin de mes, sin pensar si es lo que nos debería, y recalco debería, corresponder. Si no nos planteamos esas cosas, entiendo que tampoco nos planteemos a donde va dirigido nuestro voto cuando lo ejercemos cada cuatro años. Con ese panorama es fácil decir quien tiene la culpa pero también es necesario pensar que falta un poco de reflexión por nuestra parte en las cosas del día a día.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Sí, estoy conociendo otra cultura, otro país, y otra forma de hacer las cosas. Eso siempre es positivo porque pienso que conociendo otras realidades, valoras la tuya pero también ves las cosas mucho más claras.
¿Se considera emigrante? ¿Cómo lo valora?
De momento no, pero desde luego que si esto me abre otra puerta en Latinoamérica intentaría quedarme y sería una emigrante de mi país y una inmigrante en otro, como los que llegaron a España.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Yo tengo claro que lo que ocurre ahora en España y en Europa no se va a solucionar en una década. Y que la reducción de derechos que hemos permitido no lo vamos a recuperar, así que sé que lucho contra un gigante pero por lo menos lo sé y tengo conciencia de ello. A mí, lo que me da pena es la gente que no quiere saber de esto por conformismo.
¿Es usted una indignada?
Sí, sí lo soy. Yo diría que soy una ‘crítica’ porque me cuestiono todo cuanto me rodea. Pensamiento crítico ante todo.
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Sí, la ética periodística en España se perdió hace tiempo, sobre todo cuando las empresas periodísticas han abusado del becario. Fueron las primeras en darse cuenta de los beneficios que tenía llenar sus plantillas de estudiantes. Luego, el resto de las empresas tomaron nota y ahora la explotación está en todos los lados. No solo en los “niños explotados” por Nike en Vietnam, también la España que presumía de ser el número trece de las listas de las grandes economías mundiales.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
Yo quiero salir los viernes de trabajar para dejar mis cosas en mi casa, no en la de mis padres, y salir con mis amigos y volver con mi pareja a casa. No necesito mucho más y no debería ser un sueño. Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española
Pues no sé, la verdad. Antes que decir una burrada, prefiero decirles que se tomen una café en un bar, una caña en una terraza o que vayan de botellón una noche y verán que todas las conversaciones giran alrededor de esta crisis en la que nos han metido.
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