jueves, 29 de diciembre de 2011

Marta Callava: "Me indigno varias veces al día"

Nombre: Marta
Edad: 28
Profesión: Traductora
Nivel de estudios: Licenciatura
Lugar de nacimiento: Madrid
País de residencia: Irlanda


¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Mi caso tal vez sea distinto en este aspecto al de muchos expatriados, ya que yo me marché aun teniendo trabajo en España… Decidí hacerlo porque las perspectivas laborales que existen en mi sector (traducción y localización) en el extranjero, y concretamente en Irlanda, son bastante mejores que en España. Claro que la idea de vivir en otro país y sumergirme en otra cultura también tuvo que ver.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
Sí, a media jornada en una agencia de traducciones, y hacía alguna traducción que otra como autónoma.
¿Le costaba encontrar trabajo “de lo suyo” en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
El principal problema no era encontrar trabajo (aunque me consta que hay mucha más demanda que oferta, y sé de muchos compañeros que optaron por encauzar su futuro hacia otras profesiones), sino trabajo “de calidad”, es decir; con perspectivas de desarrollo, en una empresa sólida con una filosofía innovadora, donde se valore al trabajador y se le remunere decentemente. Esto era prácticamente una utopía.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
En general, positiva. Hay muchas cosas que echo de menos, como el cielo luminoso y despejado, que la ropa se seque sola (la secadora se come la ropa), las cafeterías abiertas toda la tarde… Pero me compensa porque trabajo “de lo mío” y con unas condiciones laborales bastante decentes, no sólo en términos salariales sino también en lo tocante a la satisfacción profesional. La cultura empresarial es muy distinta a la de España y creo que tenemos mucho que aprender sobre eso.
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Las laborales sí, sin duda. En cuanto las sociales, no lo creo. En Irlanda queda muchísimo por hacer en este sentido, por un lado, debido a la influencia del neoliberalismo que acecha desde el otro lado del charco y, por otro, no hay que olvidar que Irlanda era prácticamente el tercer mundo hasta hace unos años y arrastra problemas de fondo bastante serios. Ahora, el estar rescatados tampoco ayuda…
¿Echa de menos España? Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
Sí que la echo de menos. Y el sentimiento de nostalgia se acrecienta según van pasando los años. Claro que me gustaría regresar, pero no a cualquier precio. Es decir; volver a casa de mis padres y al mileurismo sería un paso atrás. Y no quiero eso. Al menos, no de momento.
Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha.
Sinceramente (y me lloverá algún que otro tomate con lo que voy a decir), creo que la culpa es un poco de todos. De los políticos, por su mala gestión del país e interés nulo en tomar medidas efectivas (por ejemplo, cuando se avecinaba la crisis), de la clase empresarial por su afán de dinero rápido y fácil y su falta de visión, apostándolo todo al ladrillo sin apenas innovar ni diversificar en otros ámbitos. Y también es culpa del españolito de a pie por contribuir a todo el tinglado de la especulación inmobiliaria y al endeudamiento como forma de vida aceptable. Ahora bien, la clase política y económica, que es la que se supone tiene poder para atajar estos desmanes, no ha hecho nada por evitar que el barco se fuera a pique. Probablemente porque no interesa. Y así nos va.
¿Se considera inmigrante? ¿Cómo lo valora?
Sí, me considero inmigrante. Pese a que Irlanda me ha dado muchas alegrías y oportunidades y se puede decir que vivo bien, yo no me siento “de aquí”. Mis raíces no están aquí (y de ahí el deseo de volver en un futuro). Yo era de las que creían que por ahí ataban a los perros con longanizas… y al final he acabado un poco con síndrome de Unamuno
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Claro. El hecho de que haya emigrado no significa que le haya dado la espalda a todo (aunque en parte sí que lo he hecho, cosa que a veces me hace sentir culpable, pero eso ya es otra historia…) Yo sigo la actualidad española de cerca y me pregunto a dónde iremos a parar. Y, mientras tanto, los jóvenes nos seguimos marchando en pos de un futuro mejor. Pero, si todos los cerebros se fugan, ¿qué esperanza le queda al país?
¿Es usted una indignada?
Totalmente, me indigno varias veces días y, concretamente, cada vez que leo la prensa española. Bueno, a veces también me río (por no llorar, se entiende).
¿Hubiese pensado verse en esta situación hace unos años?
Fíjate, no sé si es porque soy de las que ven la botella medio vacía, pero yo siempre tuve la corazonada de que, si quería “medrar”, tendría que irme a España, al menos una temporada. En ese sentido no me sorprendió mi decisión, no.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España.
Me gusta esta pregunta porque, de hecho, tengo una visión recurrente en la que estoy en el patio andaluz de mi (futura) casa, sentada en una mecedora. Es una noche de verano y todo huele a jazmines… En fin, dejando a un lado lo onírico, lo que verdaderamente me gustaría es que mi experiencia en el extranjero me posibilitase la vuelta a España en unas condiciones mejores que las que tenía cuando me marché (el patio, ya veremos).
Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española.
Sé que está muy trillado, pero es que lo resume muy bien… ¡Democracia real ya!

sábado, 24 de diciembre de 2011

Susana: "En Londres están los camareros mejor preparados del mundo"

Nombre: Susana
Edad: 38 años
Profesión: Periodista
Nivel de estudios: Licenciatura y doble magister
Lugar de nacimiento: Cartagena (Murcia)
País de residencia: Reino Unido.


¿Cómo surge la idea de marcharse fuera de España?
Me despidieron del periódico en el que trabajaba y no había oportunidades de trabajo ni en la comunidad autónoma en la que residía ni en la mía de origen. Así que pensé que mejor ser camarera en Inglaterra y aprender un idioma que serlo en mi propio país. Ese fue el primer pensamiento. Más tarde pensé que teniendo dos magister en Comunicación Social y en Relaciones Internacionales, así como una Licenciatura en Periodismo y el Curso de Adaptación Pedagógica quizá podría empezar una nueva carrera profesional como profesora de español. Así, en la actualidad, compagino mis estudios de inglés y de didáctica aplicada a adultos en la Universidad con mi trabajo como autónoma dando clases.
¿Trabajaba en el momento de tomar la decisión de marcharse?
No.
¿Le costaba encontrar trabajo 'de lo suyo' en España? ¿Eran buenas las condiciones económicas?
Ni me molesté en buscar. Conozco bien mi oficio y en qué consiste. Después de doce años de experiencia sabía que buscar un hueco en medios de comunicación era baladí habiendo tanto periodista novel ávido por empezar en la profesión. Era imposible que dada la crisis de ingresos económicos que sufre la prensa escrita pudiera recibir un sueldo acorde a mi experiencia y titulación.
¿Cómo está siendo la experiencia de vivir y trabajar fuera?
Muy reveladora y positiva. Vivir en Londres me ha ayudado a dar la vuelta a una situación muy difícil y dura como fue aquel despido improcedente e irracional. Tras un año de sufrir el abuso de mi superior, menospreciando mi trabajo a diario y amenazándome con el despido cada semana por minucias que forman parte del día a día en un periódico, salir de España y cambiar de vida fue una liberación. En la actualidad, promociono mis clases de español yo misma y lo combino con mis estudios y trabajos de supervivencia como camarera o 'nanny'. Cada día es una prueba más de mi capacidad y cada día me percato de la gran equivocación que cometió el director de mi periódico haciendo caso al jefe de redacción que fue mi supervisor. Al final no consiguió mermar mi autoestima en absoluto, aunque lo intentó. Es tan importante creer en uno mismo y las propias posibilidades...
¿Considera que las condiciones, tanto laborales como sociales, son mejores en su actual lugar de residencia?
Bueno, hay dos consideraciones que hacer. Los sueldos y condiciones laborales en Inglaterra son mejores que en España sin lugar a dudas: un periodista inglés cobra el triple que un periodista español en idéntica posición laboral. En segundo lugar, sin conocer bien el idioma no es posible acceder a un trabajo especializado. Por tanto es necesario un tiempo de adaptación hasta poder tener esa opción. Mi objetivo es ser profesora de español en Inglaterra en un centro educativo reglado. Es una maratón que acabo de empezar a correr.
¿Echa de menos España?Si las cosas estuvieran mejor ¿se plantearía volver?
No volvería a España. Echo de menos a mi familia y amigos, por supuesto, pero sé que puedo verlos cuando vuelvo de visita. No volveré a mi país pronto, antes tengo un reto personal que atender y cumplir.
¿Cuánto de culpa cree que tiene España, sus políticos, gobernantes e instituciones de su marcha?
Bueno, todo inglés al que explico que no hay trabajo para mí en España pese a mi licenciatura en Periodismo, mi especialización en comunicación social y relaciones internacionales y mis doce años de experiencia en diversos medios de comunicación abordando todo tipo de temas, se queda con la boca abierta y se pregunta qué ocurre en España. La mala gestión económica interna de la entrada de España en la llamada 'eurozona' iniciada en la era González y perpetuada luego por el gobierno de Aznar tiene mucha culpa de la situación que atraviesa en la actualidad el país. La fuga de los jóvenes a otros países buscando una vida mejor. Londres debe ser en la actualidad la ciudad que cuenta con los camareros mejor formados de Europa. Ingenieros, diseñadores, informáticos, profesores, periodistas, filólogos,... Unos 25.000 españoles han llegado al Reino Unido en los últimos tres años. Yo entre ellos.
¿Considera positiva su experiencia actual?
Muy positiva. Primero estoy viviendo una experiencia extraordinaria, iniciado una nueva vida en un país extranjero y sobreviviendo. ¡Qué gran escuela de vida la lucha por sobrevivir! De repente eres igual que todos, da igual el dinero que hayas tenido o el cargo que ocupaste en un periódico. De repente eres uno más en un río de energía positiva pues todo el que llega a Londres viene a aprender.
¿Se considera inmigrante? ¿Cómo lo valora?
Por supuesto, soy una inmigrante consciente de ello. Para mí es un sueño echo realidad. Vivo fuera de España y estoy ganándome la vida en otro país. Llegué sin poder hablar y con gran esfuerzo concentrado en un año ahora puedo trabajar y dar clases. No siento nostalgia de lo que dejé atrás. Vivo el presente, el día a día.
¿Vive con cierta frustración la actual situación? ¿Impotencia de luchar contra gigantes inalcanzables?
Mi gran frustración es no haber conocido a ningún político durante mis años como periodista que fuera honesto y que respetara un axioma básico en democracia: que la soberanía reside en el pueblo, en toda la población y no sólo en los que te votaron. No sé en qué momento desalentador los políticos olvidaron que, una vez en el gobierno, el color del voto debe diluirse. No siento impotencia, siento pena de mi país pues deja escapar, pasivo, a sus mejores talentos, que buscan en otros países lo básico: trabajo. Un derecho fundamental que en España es una asignatura pendiente.
¿Es usted una indignada?
Si ser indignado significa no reconocer en el sistema político español una democracia –sin más apelativos-- sino su disfunción, la demagogia, sí, estoy indignada.
¿Pensó en verse en esta situación hace sólo unos años?
No me creí capaz de llegar tan lejos y de tener la oportunidad de iniciar una nueva vida fuera de mi país, aunque siempre soñé con ello.
Cuénteme un sueño recurrente que tenga con la posibilidad de volver a España
No sueño con la posibilidad de volver. Sueño con la posibilidad de ser profesora de español en Inglaterra o cualquier otro país.

Por último, qué mensaje le gustaría dirigir a la clase política española.
¡Qué respeten al ciudadano de una vez! ¡Qué venzan las ansias de poder y la ambición de acumular riquezas a costa del pueblo y su esfuerzo! ¡Qué se callen y trabajen para todos de una vez!